Que sea barato no quiere decir que sea de mala calidad

En estos tiempos en los que el trabajo escasea y no estamos muy sobrados que digamos es que intentamos buscar productos más baratos para poder ahorrar. Hay muchas personas que piensan o se han hecho una idea equivocada de los productos baratos, tenemos un concepto creo equivocado, y es que pensamos que porque algo sea barato indudablemente es de mala calidad. Es verdad que hay lugares en los que la calidad deja mucho que desear, por ejemplo si vas a una tienda de chinos te das cuenta enseguida que no merece la pena comprar productos a largo plazo ya que no te dura ni un asalto. Basta con saber buscar para darnos cuenta que hay muchas empresas que han cambiado mucho su manera de trabajar y ante un intento de que la gente pueda comprar sin problema han hecho todo lo posible para unir la calidad junto a los mejores precios, pudiendo entonces ofrecer a su clientela los mejores productos a los mejores precios.

Claro luego depende mucho de la persona de lo que de verdad esté buscando, yo por ejemplo lo tengo muy claro y si no me la juego en casa mucho menos lo hago en mi negocio, es verdad que podría encontrar sitios en los que igual ahorraría mucho más, pero a costa de mi familia y clientes. Cuando tienes un hotel debes hacer todo lo posible para que el cliente se sienta como en casa, cuidar de los detalles es importante aunque no lo creamos, yo sé que cualquiera agradece de todo corazón el poder dormir en sábanas limpias a diario y que sea una ropa de cama barata no quiere decir que sea de mala calidad, tan solo hay que saber buscar un distribuidor serio y comprometido que como a ti no le guste jugársela. En estos tiempos podemos tener dos opciones y una es la de seguir fieles a nuestros principios ofreciendo lo que siempre hemos ofrecido, o por el contrario ir al bando contrario y ahorrar mucho más dinero que nos gastaremos en otra cosa y que al final hará que perdamos clientes maravillosos, creo que no merece la pena arriesgar un negocio hasta ese punto. Simplemente debemos hacernos a la idea de que la calidad no es cara y que merece la pena invertir cada día en ella, por nuestro y la de nuestra empresa.